martes, octubre 20, 2009


Sesión del 24 octubre 7 y 21 de noviembre del `09 a las 9.30 hs.

clinic zones 2009

RUIDOS

Precisamente, si hay algo que Melanie Klein quiso plantearnos (…) es que la situación primera es caótica, verdaderamente anárquica. Lo característico del origen es el ruido y el furor de las pulsiones, y se trata tan sólo de saber cómo puede establecerse sobre esta base una especie de orden.

Jacques Lacan, Las relaciones de objeto, 12/12/56

Intentaré mostrar que hay una diferencia entre el ruido y el sonido. Se lo dirá, en gran medida, gracias a John Cage. Lo que él nos permite decir es que lo que los diferencia (lo diferenciante) es su «orden» temporal. Que la presencia del ruido remite a su Tiempo. Y, finalmente, que nos emplazamos allí, ante su presencia, en virtud de una actitud respecto a la medida de ese tiempo.

Se dirá, siempre siguiendo a Cage, que se puede, al menos, reconocer dos actitudes respecto al tiempo: una, que busca poseer al tiempo (Cage señala: «se imagina poseerlo»); la otra, que busca una experimentación del tiempo (Cage señala: «si uno se libera -nosotros diremos: «en la medida de lo posible»- de la medida del tiempo»). Posesión y experimentación designan dos actitudes con respecto al Tiempo, es decir, al mundo, lo real, en la medida en que eso, «el Mundo, lo Real no es un objeto, es un Proceso».

John Cage nos muestra algunos de los pasos que él realiza en esa actitud de experimentación, intento de «ofrecer hospitalidad tanto a los ruidos como a los sonidos», a diferencia de la actitud de posesión que rechaza y sanciona a los ruidos según criterios y valoraciones diversas. Pues, y esto no deja de estar relacionado con los modos en que se mide el tiempo, la posesión establece una relación con el tiempo, y por ello, con los ruidos, de utilidad, de finalidad, de calidad, en suma, de significación, que anula, que «es una pérdida, un despilfarro, ¡una cerradura!» respecto de los ruidos y del tiempo.

Diremos en último término, que la experimentación es una apertura (Cage dirá «actitud o apertura estética» o «situación de circo»). Abrirse a los ruidos y su tiempo será no imponer nada. Puesto que el ruido a diferencia del sonido, no impone nada. No posee ni demanda significación. La búsqueda se inscribe en lo siguiente: ¿será factible constituirse en un oyente como anterioridad al constituirse en un sujeto?

Mario Voyame

Textos que invito a trabajar

John Cage, PARA LOS PAJAROS. Conversaciones con Daniel Charles, Ed. Avila Editores, Venezuela, como el texto se encuentra agotado se puede solicitar fotocopia a los teléfonos 4272580 y 155 389 869, y retirar en Avellaneda 39

Jacques Attali, RUIDOS, Ed. Siglo XXI, Madrid, 1995

Gilles Deleuze y Felix Guattari, Qué es la filosofía, Ed. Anagrama, Barcelona, 1995, Cap. Percepto, afecto y concepto

Gilles Deleuze y Félix Guattari, Mil Mesetas, Ed. Pre-textos, España, 2006, Cap. Del Ritornelo

Gilbert Simondon, La individuación, Ed. Cactus – La Cebra, Buenos Aires, 2009, Parte III, Cap. Segundo, Punto 6. La problemática afectiva: afección y emoción

Heidegger, Martín, Ser y tiempo, Fondo de Cultura económica, 2006, parágrafos 7 y 34

Lugar: Rubén Libros. Deán Funes 163, loc. 1, Paseo Santa Catalina- Cba.

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